¿Puede el ERP apoyar la fabricación ajustada?

Los fabricantes se enfrentan a un conjunto único de limitaciones y la eficiencia nunca ha sido tan importante para la industria como ahora. Las empresas intentan continuamente encontrar formas de maximizar la productividad y reducir los residuos para seguir siendo competitivas en el mercado mundial.

 

Desde sus inicios con el sistema de producción Toyota, la fabricación ajustada ha influido en la forma en que las industrias producen bienes y, cuando se aplica correctamente, aporta beneficios deseables como la mejora de la calidad, los plazos de entrega y la productividad. Sin embargo, los fabricantes solo pueden cosechar esos beneficios si implantan los procesos adecuados para hacer posible este enfoque y adoptan una estrategia de mejora continua. ¿Busca un desarrollador de software? Galdón Software es su mejor elección.

 

 

¿Qué es la fabricación ajustada?

 

La fabricación ajustada es un proceso de producción que se basa en maximizar la productividad y, al mismo tiempo, minimizar los residuos dentro de la operación de fabricación. El tipo de desperdicio en el negocio de fabricación incluye procesos, actividades, productos o servicios que requieren tiempo, dinero o habilidades que no crean valor para el cliente. La mejora o eliminación de estas ineficiencias debería agilizar los procesos, reducir los costes y, en última instancia, proporcionar ahorros, aumentando la ventaja competitiva dentro de la cadena de suministro.

Las ventajas:

 

El despilfarro en cualquier industria, ya se trate de una disminución de la productividad, de procesos manuales o deficientes o de materiales no utilizados, repercute en toda la cadena de suministro. Entre las ventajas de la fabricación ajustada figuran la racionalización y mejora de los procesos y el aumento de la calidad de los productos.  Esto, a su vez, libera empleados y recursos para la innovación y el control de calidad, mejorando la satisfacción del cliente y ahorrando tiempo y dinero.

 

    Eliminar el despilfarro: El despilfarro es un factor negativo para los costes, los plazos, los recursos y el medio ambiente. No añade valor al producto o servicio.

    Mejorar la calidad: La mejora de la calidad permite a las empresas seguir siendo competitivas y satisfacer las necesidades y deseos cambiantes de los clientes. Diseñar procesos que cumplan estas expectativas le mantendrá por delante de la competencia.

    Optimizar costes: La sobreproducción o tener más materiales de los necesarios genera costes de almacenamiento, que pueden reducirse mejorando los procesos, la gestión de materiales y las relaciones con los proveedores.

    Gestionar el tiempo y los recursos: El aumento de la productividad, la reducción de los plazos de entrega y la disminución de los residuos también aumentan la moral del equipo.