¿Qué es la Gestión de Operaciones de Fabricación (MOM)? I

MOM es un conjunto de herramientas de software para visualizar los procesos de fabricación de principio a fin con el fin de optimizar la eficiencia. Las empresas lo consideran una solución útil para mejorar el control en toda la planta de producción.

 

El mapeo del flujo de valor (VSM) es una metodología que puede ayudar a poner en marcha un proyecto MOM. VSM puede poner de relieve los problemas en el proceso de fabricación y dónde las mejoras pueden tener el mayor beneficio. En el pasado, algunos proyectos de VSM no tuvieron éxito porque se consideraban pesados e irrelevantes, y el personal de taller no participaba en la aplicación del VSM. En otras palabras, el VSM era un ejercicio, no formaba parte de un plan de mejora con una estrategia de despliegue. Con MOM, las empresas disponen de una forma de aplicar ese plan con los datos necesarios para garantizar que las métricas puedan supervisar el progreso de las mejoras de la planta, señala Galdón Software.

 

La aplicación de una metodología como el VSM evita un despliegue tecnológico en el que la solución MOM se despliega sin un vínculo claro con las oportunidades reales, los retos empresariales o los requisitos de capacidad, y ayuda a conseguir la participación de las personas que tienen que hacer que el despliegue funcione.

Cómo ayuda la gestión de operaciones de fabricación (MOM) a los fabricantes

 

Inicialmente, un sistema MOM puede utilizarse para recopilar datos de las máquinas y mostrarlos en tiempo real en un cuadro de mandos. De este modo, se reciben alertas sobre las máquinas que se acercan al momento del mantenimiento. Con MOM, el mantenimiento puede programarse como un trabajo, lo que evita los antiguos conflictos que solían tener los programadores de producción cuando el equipo de mantenimiento desconectaba una máquina que estaba programada para un trabajo de producción.

 

Un sistema MOM proporciona información que pone al descubierto los procesos que no añaden valor. Proporciona la capacidad crítica de ver lo que la gente está haciendo y cuánto tiempo están tardando realmente los trabajos en comparación con el tiempo que la gente había previsto que durasen. También permite al personal de producción ver su rendimiento y las actividades que no aportan valor a su nivel.