El escafoides es uno de los ocho huesos carpianos que forman la articulación de la muñeca. En relación con el resto de los huesos carpianos tiene una forma larga y curvada y se encuentra en el lado del pulgar de la muñeca. Funciona como un importante movilizador y estabilizador dentro de la articulación de la muñeca. Al mirar la superficie de la mano, se puede identificar fácilmente cuando se coloca la mano plana y se extiende el pulgar lejos de los dedos. Una depresión triangular conocida como la caja de rapé anatómica aparecerá entre dos tendones que accionan el pulgar. Debido a su orientación dentro de la muñeca, es común fracturarse al caer sobre una mano extendida. A medida que la muñeca se extiende con fuerza, será pellizcada por el extremo distal del radio, uno de los dos huesos que forman el antebrazo. Dependiendo de la gravedad y la ubicación de la fractura, puede requerir diferentes formas de tratamiento para maximizar su curación.
Hueso escafoides
La forma del hueso escafoides se divide en tres secciones: la porción proximal, la media y la distal. Aunque comparado con otros huesos del cuerpo, se sabe que el escafoide tiene un pobre suministro de sangre, lo que comprometerá su capacidad para sanar cuando se lesiona. Dicho esto, se sabe que el extremo distal más cercano al pulgar tiene un mejor suministro de sangre y, si no hay complicaciones, sanará mejor que las porciones media y proximal. Al tener una falta de suministro de sangre de base, cuando estas fracturas se vuelven más graves y los huesos se desplazan de su posición normal (se desplazan), su capacidad de curar sin necesidad de intervención quirúrgica se vuelve aún menos probable. En estos casos, la intervención quirúrgica será probablemente la mejor vía de atención para garantizar que los huesos se realineen adecuadamente y restablecer un suministro de sangre adecuado que disminuya las posibilidades de que se necrosen o mueran.
Síntomas de la fractura del escafoides
Cuando se sospecha que uno se ha fracturado el hueso del escafoides, hay algunos síntomas comunes que probablemente se noten. El más obvio será el dolor localizado sobre la región anatómica de la caja de rapé de la muñeca que empeora cuando el pulgar o la muñeca se mueven activa o pasivamente. La hinchazón también puede estar presente, pero no siempre es segura. Es probable que cualquier agarre o levantamiento de objetos aumente el dolor localizado en esa región de la muñeca también. Sorprendentemente, las pruebas diagnósticas iniciales de rayos X no siempre muestran fracturas del escafoides. Si este es el caso, un profesional médico (doctor y/o fisioterapeuta) probablemente entablillará el pulgar y la muñeca durante dos semanas y remitirá para una radiografía adicional mientras dure ese tiempo. Otra opción podría ser someterse a una resonancia magnética o a una gammagrafía ósea, ya que son más capaces de diagnosticar más fracturas ocultas (escondidas) no desplazadas.
Tratamientos para la fractura del escafoides
Independientemente de si se tratan con o sin cirugía, las fracturas de escafoides suelen tardar más tiempo en curarse en comparación con las seis semanas habituales, como sucede con la mayoría de los demás huesos del cuerpo. Como regla general, cuanto más grave sea la fractura, más intervenciones se necesitarán (reducción, fijación, injerto, etc.). La duración del enyesado o entablillado puede variar de una persona a otra, oscilando entre 2 y 3 semanas para las pequeñas fracturas no desplazadas y más de 5 a 6 meses para las fracturas más graves. Una vez autorizado para comenzar la fisioterapia, el proceso de recuperar el movimiento funcional de la mano y la muñeca se correlacionará directamente con el tiempo de inmovilización que se pase con un yeso o una férula.
Miguel Peña | Fisioterapia y Osteopatía Granada
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